29.4.08

Texto de Sombra


Sólo buscaba un lugar más o menos propicio para vivir, quiero decir: un sitio pequeño donde cantar y poder llorar tranquila a veces. En verdad no quería una casa; Sombra quería un jardín.
- Sólo vine a ver el jardín –dijo.
Pero cada vez que visitaba un jardín comprobaba que no era el que buscaba, el que quería. Era como hablar o escribir. Después de hablar o de escribir siempre tenía que decir:
- No, no es eso lo que yo quería decir.
Y lo peor es que también el silencio la traicionaba.
- Es porque el silencio no existe -dijo.
El jardín, las voces, la escritura, el silencio.
- No hago otra cosa que buscar y no encontrar. Así pierdo las noches.
Sintió que era culpable de algo grave.
- Yo creo en las noches –dijo.
A lo cual no supo responderse: sintió que le clavaban una flor azul en el pensamiento con el fin de que no siguiera el curso de su discurso hasta el fondo.
- Es porque el fondo no existe –dijo.
La flor azul se abrió en su mente. Vio palabras como pequeñas piedras diseminadas en el espacio negro de la noche. Luego, pasó un cisne con ruedecitas con un gran moño rojo en el interrogativo cuello. Una niñita que se le parecía montaba el cisne.
- Esa niñita fui yo –dijo Sombra.
Sombra está desconcertada. Se dice que, en verdad, trabaja demasiado desde que murió Sombra. Todo es pretexto para un ser pretexto, pensó sombra asombrada.



De “Textos de Sombra”, recogidos en Alejandra Pizarnik. Poesía completa.

25.4.08

Lo vivido, no lo hecho. Antonio Méndez.

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Ni toda la humildad, precisamente.
¿Ves el desconcierto del mundo? ¿Puedes
realmente verlo, no por ti, no por nadie, cómo
se acuerda de cualquier imagen
sea o no sea imprevista? Se apodera de lo
que te ha hecho estar aquí
Huella de la canción, memoria cierta,
voz. Y luego hay que servir.
Mira una sola cosa: ha empezado a llover,
hay pájaros que van, lo que vas a aprender
no son palabras.
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boomp3.com

20.4.08

(Macro) Recital de poesía


El próximo sábado 26 de abril se inicia en Valencia el Primer recital de poesía Naufragio en los bares, que sitúa la poesía como núcleo de encuentro entre las personas.

Participarán en él poetas de toda la geografía española y latinoamericana.

Las voces de más de veinte poetas se mezclarán en un ambiente de solidaridad en el que cada uno ofrecerá su percepción del mundo a través de la musicalidad poética.

Entre los objetivos de este festival está el de ofrecer una visión del mundo no sólo desde distintas geografías sino también desde distintas experiencias, edades y profesiones, además de compartir un buen rato.

Este recital presenta la interesante característica de aunar a poetas veteranos y reconocidos con poetas nóveles, es el reflejo de un acercamiento real en el que los sentidos interactuarán sobre una base de amistad y tolerancia.

El encuentro tendrá lugar el sábado 26 a las 19:30 en el café de Las Horas (Cerca de la Plaza de la Virgen) y contaremos con la presencia de los siguientes poetas:

-Pedro Montealegre (Chile),
-Laura Giordani (Argentina),
-Enrique Falcón (Valencia),
-Antonio Méndez Rubio (Badajoz),
-Garikoitz Gómez Alfaro (Madrid),
-Álvaro Yebra (Valencia),
-Adolfo González (Cuenca),
-Uberto Stabile (Valencia),
-Elena Areta (La Rioja),
-Sergio Castillo Pelegrín (Valencia),
-Kebrantaversos (Toledo),
-Arturo Borra (Argentina),
-Ana Pérez Cañamares (Tenerife),
-Agustín Linuesa Cáceres (Valencia),
-David González (Gijón),
-Félix Sevilla,
-Antonio Martínez i Ferrer (Alzira),
-Lluís Pons Mora (Palma de Mallorca) ,
-Víktor Gómez (Valencia),
-Jesús González(Madrid),
-Elena Escribano,
-Eddie (J. Bermúdez),
-José Luis Falcó,
-Javier Gil,
-Raúl Nuñez en boca de sus amigos
-Luciérnaga.

Le agradecemos a Mark la ayuda (por no decir toda la ayuda) con el cartel.

Anticuarios de madrugada

Peló una manzana, partió unos trozos de queso y se sentó en la incómoda silla de madera. Comía compulsivamente para evitar tragarse la lana que se agolpaba a la entrada de sus labios (las ovejas se auto-esquilaban cuando se aburrían y lo dejaban todo perdido).

Espacio. Intentaba recuperar espacio abríendo los ojos más y más, pero sólo era capaz de ver lana amontonada hasta las esquinas superiores de la habitación. Algunas bolas, borrachas de leche que había ordeñado por la mañana, se pegaban a la pared como si fueran papel de decoración. Entonces todo se empañaba de un blanco sucio.

En ese lugar se asfixiaba.

Sin embargo, no podía irse. He llegado aquí por algo –agarraba un trozo de queso frunciendo el ceño. ¡No me iré hasta que sepa, al menos, lo que busco! Imaginaba sus descuidadas manos rompiendo de un puñetazo la mesa de anticuario sobre la que se apoyaba, pero lo cierto es que ni apartaba la vista del punto más oscuro de la casa. Sólo subía la mirada para volar por las escaleras y verse tirada en la cama, surcando las sábanas con un regalo no cristiano entre sus piernas.

No quería más comida. Cuidando de que las tablas de madera no crujieran con sus pasos, salió fuera de la casa. En realidad no le gustaba llamar “casa” a ese habitáculo con tejado y buhardilla. De hecho, una de las principales partes de una casa -el baño- se encontraba aislada de todo ese cúmulo de madera vieja. Puesto que la granja, el almacén y la ladera de la montaña también habían pasado a formar parte de su vida cotidiana, podía ampliar el concepto de “casa” a todas esas cuatro hectáreas de terreno.

Así que ahí estaba. Escapando de todos los desechos que produce la urbe y, al mismo tiempo, amándolos. Lamiendo las cortezas de los árboles y creyendo que, después, podría escribir sobre ellas. No sé cuál es mi lugar ni dónde buscarlo –lo repetía tan a menudo que las palabras salían de su boca como una oración en busca de un pedestal en el que sellarse con pan de oro.

Se sentó en las hojas secas de otoño –lo único que atisbaba- e intentó descifrar la oscuridad que le rodeaba. Fue deslizándose cada vez más hasta tumbarse sobre la tierra y, finalmente, se durmió.

“Con luz será otro día”, se pudo leer a la mañana siguiente sobre las hojas quebradas que habían sido su almohada.

11.4.08

todavía oye disparos

de la normalización entronada
sonrisas
y palabras fusiladas
-no lo aceptamos
recalcan autoritarios
los grises del alfabeto-

y recuerda
que con la mente en un puño transparente
...........................-sólo nos queda
......................................nuestra cultura
-
gritó:

malditos huérfanos de la calle
que revestís la división
con puentes y normas y fuentes

sólo yo
-y escribió con el dedo
en el vaho de su aliento-

sólo yo hablo
de la lengua que me define

.
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6.4.08

Luz

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Las hojas secas que pisamos
.
son muelles
.
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Foto de Eugéne Atget (1857- 1927).
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3.4.08

PEDRO DEL POZO

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WATCHTOWER

Tiene que haber alguna forma de salir de aquí
Bob Dylan


Fuera en la distancia gruñó un gato salvaje. Dos jinetes se acercaban. Y el viento empezó a aullar. Libre. El viento siempre ha sido lo suficientemente libre para aullar o bailar cuando le ha dado la gana. Sangre inocente y sangre culpable de haber nacido.

SON ASESINOS –proclama la televisión. Son asesinos de nosotros los buenos. La televisión aúlla fuera en la distancia. Francotiradores. Niños. Piernas de plástico sin dueño sobre el suelo del mercado. Una bomba. Una causa. Hombres sin casa. Mujeres descalzas van y vienen. El suelo cubierto de flores y cielo poblado de palomas blancas que significan PAZ y significan nada y son mierda que quisiera comerme. Una bomba. Un coche bomba. Un disparo en la distancia fuera un disparito como de niño un crack como llante de niño. Las vacaciones estaban cerca y el diario quedó interrumpido justo en ese punto “las vacaciones cerca no sé si campo o playa”.

Aquí radio libertad punto y final. Fuera en la distancia gruñó un gato salvaje. Las mujeres iban y venían. Y el viento empezó a aullar en libertad.




DESFILE

Tengo ganas de emprender el viaje y dejar atrás el miedo a las cabezas que (de noche) atraviesan mi hueso pelado –el hueso de la mitad del cuerpo el hueso de la desesperación- ganas de viajar con alas en los pies y águilas en la cabeza haciendo explotar a Jim Morrison y su maldito armario de perchas retorcidas– botellas sobre la mesa poco alimento y risas algo forzadas –la tele apagada porque no funciona
y en la cocina aceite hirviendo
y en la colina sangre caliente y manos troceadas y paredes vacías PAZ-PAZ
no hay amor sólo miseria y mesas por el suelo disparos
el puente destruido corre el agua limpia los cerdos se mojan la cara
manos troceadas PAZ-PAZ maldita sea la gana
maldita sea la gana de morirse-matar-o-morir
maldita sea la gana de morirse de asco en una esquina de la orilla cansado del hueso pelado y del tatuaje en la frente cansado de los desfiles inoportunos y de la dura bota cansado de trompetas y tambores
donde no hay amor sólo miseria
y el hombre frene al hombre habla de obediencia
y las paredes están vacías PAZ-PAZ
un niño un látigo un beso una mirada
la mano nerviosa dibujando corazones en la tierra
tantas manos y cuerpos al borde del camino.
Malditos por siempre los que viven-y-punto
malditos por siempre los que nadan-y-guardan-la-ropa.
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De Todas las puertas abiertas (Selección de poemas)
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PAU ALABAJOS- Pamflet

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