12.12.10

I

Morir. Morir insomne y desierta. Cuando todo huela a caléndulas y a mar. Amar. Cuando el mundo se convierta en el último murmullo de Dios, cuando no haya más silencio que el batir de alas de un pájaro ciego. Llover. Lluviar toda la fe que se me pudre en las heridas, hablar en monosílabos, morder la pulpa del dolor. Morir. Morir atenta, con el estómago vacío y los ojos muy abiertos. Mirar. Mirarlo todo, el cuerpo violentado de la niña, la sangre coagulada de los perros, el genocidio de poetas. Entender. Saber que en estas horas todo es mentira, el olvido, la guerra, la resurrección y el tiempo. Dormir. Dormir es imposible. Por eso digo que es mejor morir.


1 comentario:

Lola Miau dijo...

me encanta la entrada anterior... la acabo de leer! hay unas cuantas frases que me han matado. qué fuerte me parece lo de escanear respuestas en la poesía , y qué fuerte me parece que la hora y media de decir la verdad acabe con la piel.

domandew